Una vez más, me identifico con una MUJER, una MUJER desesperada, angustiada por la espera. No importa el nombre, todas somos anónimas ante la enfermedad.
Su único recurso ha sido enviar una carta a los medios de comunicación para GRITAR que, a sus 42 años, quiere seguir viviendo, necesita seguir viviendo, y está dispuesta a LUCHAR.
Tras ser diagnosticada de cáncer de mama (en grado 2; la categorización en gravedad llega hasta el grado 4...), que, aseguro, ya supone suficiente incertidumbre ante el futuro, lo único que obtiene es un turno, como en la charcutería. Una lista de espera que la emplaza a una operación, en la que seguramente será mastectomizada, para finales de abril.
Me gustaría poder decirle muchas cosas, pero no puedo..... Sólo imaginar cómo se siente cada noche me pone los pelos de punta.
Necesitaba escribir esto para unirme a ese GRITO, una vez más, de todas estas mujeres, a las que yo sí pongo nombre en mi vida privada porque sé perfectamente lo que sienten durante todo el proceso. Mucho ánimo.
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